El siguiente análisis pretende ahondar en el tratamiento literario del mito de Juana I de Castilla —conocida para la historia como «la Loca»— que ofrecen Santa Juana de Castilla de Benito Pérez Galdós (1918), y Doña Juana la Loca (y otras seis novelas superhistóricas) (1944), de Ramón Gómez de la Serna. Ambas obras se despojan de los conocidos tópicos sobre la locura y la pasión de la reina gracias a la originalidad y la libertad de ambos autores a la hora de enfrentarse con el personaje: Galdós prescinde de los manidos tópicos románticos anteriores para reflexionar acerca de la dignificación histórica, mientras que Gómez de la Serna añade a la supuesta locura de Juana su obsesión por la muerte, para quien imagina un nuevo final. Así, bajo el membrete de lo superhistórico, se recrea otra personalidad y otro destino para la reina, totalmente alejados de los hechos históricos.