Miguel de Unamuno comparó insistentemente a su Caballero de la Fe, don Quijote, con diversas figuras religiosas. No obstante, uno de los paralelismos sobre los que más insistió fue el del jesuita san Ignacio de Loyola. A su vez, nuestro autor varió de roles, presentádose la mayoría de veces como su profeta, encargado de predicar con la palabra e incluso el ejemplo la acción quijotesca. En otras ocasiones, llegaría compararse con don Quijote en momentos en los que previamente lo había equiparado ya al santo jesuita, creándose así otra indirecta autodivinización. En este artículo se pretende ofrecer una vinculación multidireccional entre el don Quijote unamuniano, san Ignacio, Pedro de Ribadeneyra —biógrafo del santo— y el mismo Unamuno
Miguel de Unamuno consistently compared his Knight of the Faith, don Quixote, with various religious figures. Nevertheless, one of the parallels on which he insisted most was the relationship with the Jesuit St. Ignatius of Loyola. In turn, our author played different roles, in most of the occasions, introducing him as his prophet responsible for preaching the quixotic action with the word and the example. At other times, he equaled don Quixote when he had previously equated the Jesuit saint, creating thus an indirect self-divination. This article intends to offer a multidirectional entailment between the Unamuno’s don Quixote, St. Ignatius, Pedro de Ribadeneyra —saint’s biographer— and Unamuno