Desde comienzos del siglo XX se viene mencionando la existencia de una función fática o de contacto en la comunicación humana, aunque hasta muy recientemente no se ha emprendido su estudio con cierto profundidad. Dicha función se realiza mediante la utilización de distintos elementos y construcciones verbales y no verbales que cumplen determinadas subfunciones específicas, a saber, asegurarse de que el canal de comunicación está abierto y funciona; establecer, prolongar o terminar la comunicación, y llamar la atención del interlocutor. En este artículo, nos centramos en la última de las subfunciones apuntadas, con objeto de presentar, de forma detallada, cuáles son los recursos verbales que más comúnmente se utilizan para llamar la atención del interlocutor y cómo es su funcionamiento tanto en la conversación como en el discurso académico españoles.