México
El auge de la documentación lingüística, particularmente los últimos años y recientemente en atención al Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas del Mundo (2022-2032), en paralelo a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, es motivo por el que este trabajo plantea una problemática ética implicada en este quehacer metodológico, propio de la investigación lingüística, que tiene que ver con la recabación y uso de muestras de lenguaje: el consentimiento informado. El lingüista está obligado a cumplir con el proceso del consentimiento informado, pero dos de sus requisitos comprometen el trabajo de campo en comunidades indígenas: uno, que sea previo, dos, que sea expreso por escrito. El primero en referencia a la paradoja del observador y el segundo a culturas sin tradición escrita. El método seleccionado para este estudio es la entrevista libre. Los resultados apuntan a dos medidas remediales: la primera, que el consentimiento informado pueda fraguar en tres fases: consentimiento previo, post facto y ulterior. La segunda, que los consentimientos también puedan ser documentados de manera electrónica (visual y/o audible), ya que este puede ser de mayor ventaja al manifestar vicios que el consentimiento escrito no refleja.
The boom in linguistic documentation, particularly in recent years and recently in response to the International Decade of the World's Indigenous Languages (2022-2032), in parallel to the 2030 Agenda for Sustainable Development, is the reason why this work raises an ethical issue involved in this methodological task, specific to linguistic research, which has to do with the gathering and use of language samples: informed consent. The linguist is obliged to comply with the process of informed consent, but two of its requirements compromise fieldwork in indigenous communities: one, that it be prior, two, that it be expressed in writing. The first in reference to the paradox of the observer and the second to cultures without a written tradition. The method selected for this study is the open interview. The results point to two remedial measures: first, that informed consent can be forged in three phases: prior, post facto and subsequent consent. The second is that the consents can also be documented electronically (visual and/or audible), since this can be of greater advantage in manifesting defects that written consent does not reflect.