Leila Jimena Ovando
El presente trabajo se plantea como una instancia pensada para reflexionar en torno a los distintos escenarios y propuestas que se han desarrollado y tienen en lugar en Tartagal desde un tiempo hacia aquí; y que, por ciertas políticas estatales y editoriales autogestionadas, se erigen como espacios alternativos y de resistencia para desmontar la categoría literatura argentina en su carácter homogéneo (Cornejo Polar, 1994; Bocco, 2020), exponiendo una identidad plural y diversificada. En este marco, se abordará una serie de textos y de obras contemporáneas, producida en zonas culturales ubicadas al norte del país, que permite redefinir los sistemas literarios vigentes hoy en la Argentina. Todos ellos integrados por una multiplicidad de sistemas de géneros discursivos, voces e identidades sociales y culturales, como las narrativas y poéticas emergentes de zonas de frontera como Tartagal; las cuales trazan una cartografía que se dispone en tres tendencias: la primera desde una clave folklorista; la segunda como una denuncia social y política; y, finalmente, una tercera, escrita en lengua indígena, sometida a una autotraducción como modo de resistencia y de posicionamiento político.
This work is presented as an instance designed to think over the different scenarios and proposals that have been developed and have taken place in Tartagal for some time so far; and due to certain state policies and self-managed publishing houses, they emerge as alternative and resistance spaces to dismantle the Argentine literature category in its homogeneous character (Cornejo Polar, 1994; Bocco, 2020), exposing its plural and diversified identity. In this framework, a series of contemporary texts and works produced in cultural areas located in the north of the country will be addressed and will allow to redefine the current literary systems in Argentina. All of them integrated by a multiplicity of discursive genres systems, voices and social and cultural identities, such as the narratives and poetics, emerging from border areas such as Tartagal, they draw a cartography that is arranged in three trends: the first, from a folkloric key; the second as a social and political criticism; and finally, the third, written in the original language, subjected to self-translation as a way of resistance and political positioning.