Michael Karrer
El artículo examina tres películas de cineastas argentinas que sitúan el relato familiar y su correlato audiovisual, el video doméstico, en el centro de sus exploraciones de historias en las que se difuminan los límites entre lo personal y lo político y entre lo individual y lo colectivo. Se sostiene aquí que una perspectiva feminista es clave, no solo para el análisis de estas películas concretas, sino, de modo más general, para comprender las dislocaciones que el cine documental argentino ha mostrado en los últimos años con relación al lugar de lo político, y en las que la familia ocupa una posición radicalmente distinta a la sugerida por la noción burguesa de un espacio apolítico y carente de historicidad.