Este artículo analiza la simbología del color blanco en un contexto femenino americano y durante la época moderna. Se organiza en tres apartados que, interrelacionados y sin afán sistemático, abordan, en primer lugar, el blanco como símbolo de belleza (en la poesía de Sor Juana y en dos pagodas chinas que pertenecieron a la marquesa de Cruillas); poder (vestidos de la duquesa de Alburquerque en las celebraciones en la ciudad de México por el nacimiento del príncipe heredero Felipe Próspero, 1658) y espiritualidad (iconografía de la Virgen de la Leche).