Miguel Aguirre Bernal
Esta investigación parte de la hipótesis de que, en “Perro muerto en tintorería: los fuertes” (2007), Angélica Liddell plantea un problema sobre la producción de la verdad, para lo cual toma como referencia los trabajos de Michel Foucault. Para comprobarlo, se hace uso del concepto de “régimen de verdad” y, a partir de él, se revisan los mecanismos de veridicción que operan en la obra bajo la forma de lo “incompatible”. Así, se descubre que en esta pieza teatral la construcción de lo real funciona a través de actos de fe —encarnados ficcionalmente por Combeferre— y se indica el modo en que este mecanismo se articula con un régimen político-jurídico que recupera las ideas sobre la delincuencia, la sospecha y el panóptico presentes en “Vigilar y castigar” (1975). A continuación, se revisa la manera en que las pruebas materiales ponen en crisis este modelo y se señala la emergencia del cuerpo y de lo concreto como productores de verdad alternativos. Sin embargo, cuando el poder demuestra su versatilidad al crear un régimen de verdad basado en el cuerpo y, por consiguiente, apropiándose y neutralizando la amenaza, la locura se convierte en la única vía de escape. De esta manera, se muestra el modo en que el delirio les sirve a los personajes para encontrar un camino de libertad: el suicidio. Liddell, por tanto, termina deslindándose de las teorías foucaultianas para proponer el sacrificio de sí mismo como un contra-rito que hace del cuerpo un espacio de resistencia.
This paper puts forth the hypothesis that in “Perro muerto en tintorería: los fuertes” (2007) Angélica Liddell problematizes the production of truth, taking the works of Michel Foucault as a reference. Thus, our entry into the text will be through the concept of the “regime of truth”, through which we will examine the ways in which the mechanisms of veridiction operate in “Perro muerto en tintorería: los fuertes” in the form of the “incompatible”. Thus, it can be argued that the regime of truth present in the play works through acts of faith —fictionally embodied by Combeferre—, and works in conjunction with a political and legal regime based on the ideas of crime suspicion and the panopticon present in “Discipline and punish” (1975). Next, it is shown how the material evidence puts this model into crisis, making the body and “lo concreto” alternative producers of truth. However, when power shows its versatility by creating a new regime of truth based on the body and therefore taking over and neutralizing the threat, madness becomes the last resort for the characters. In this way, delirium helps them find a path to freedom: suicide. In the end, Liddell takes distance from Foucauldian theories to propose —in consonance with her “law of poetry”— self-sacrifice as a counter-rite that makes the body a space of resistance.