Un número considerable de escritores e intelectuales españoles exiliados de la Guerra Civil española se establecieron como profesores en el medio universitario norteamericano. Esa experiencia fue determinante en la obra de tres poetas: Pedro Salinas, Luis Cernuda y Jorge Guillén. El marco teórico del trabajo parte del pensamiento de Emmanuel Levinas, quien propone que, más allá del dolor y la angustia que son consustanciales con la experiencia del exilio, esa experiencia favorece y promueve la apertura a la otredad, a otras culturas y otros modos de aproximación al mundo. En Todo más claro, Salinas afirma el valor del lenguaje poético como defensa contra lo que él considera la banalidad y la mediocridad del lenguaje de la vida diaria y los medios de comunicación de masas. Frente a ellos, Salinas mantiene que la poesía debe dedicarse a la defensa de los principios y los valores del humanismo, concretizado en los grandes textos de la literatura universal. En Desolación de la quimera, Cernuda configura su poesía como un alegato en contra de la intolerancia y el anti-intelectualismo que, según él, son propios de la historia española. En Pleno ser Guillén hace de su poesía una persistente búsqueda del Ser y de la unión armónica con el cosmos por encima de las confrontaciones ideológicas de la época.
En los tres, el exilio abre su obra a la diferencia y la otredad cultural, trascendiendo los límites de lo local y familiar que constituían su medio más inmediato previo a la marcha del exilio.
The North American Academic Exile and the Aesthetic Other: Pedro Salinas, Luis Cernuda and Jorge Guillén · A considerable number of Spanish writers and intellectuals forced to to go into exile because of the Spanish Civil War established themselves as professors in American universities. That academic experience proved to be determining in the work of three poets: Pedro Salinas, Luis Cernuda and Jorge Guillén. The theoretical framework of this essay hinges on the thought of Emmanuel Levinas, who proposes that, beyond the pain and anguish that are intrinsic to exile, the experience of exile promotes and favors the openness to others, diπerent cultures, and approaches to the world. In Todo más claro, Salinas asserts the value of poetic language as a defense against what he views is the banality and mediocrity of the language of daily life and the mass media. Salinas maintains that poetry must devote itself to the defense of the values and principles of humanism as they are developed in the great literary texts of the world. In Desolación de la quimera, Cernuda attacks the intolerance and anti-intellectualism that, to his view, are typical of Spanish history. In Pleno ser, Guillén dedicates his poetry to the persistent search of Being and the harmonious union with the cosmos, putting aside the violent ideological confrontations of the time. In the three authors, exile opens up their work to diπerence and cultural otherness transcending the confines of the local that were their familiar environment prior to exile.