Valencia, España
En 1526 Juana de Morillas es acusada por sus vecinos de Pareja (Guadalajara) de bruja infanticida. También son delatadas Juana la Ansarona, Quiteria de Morillas y Violante de Machuca, entre otros, cuyos procesos se desarrollan entre 1527-1529. Alrededor de treinta años después, los fallecimientos de niños motivan que se señale nuevamente a las Morillas y las Machuca. Este artículo aborda las causas contra Ana la Roa y María Parra (1555-1558), hijas de Juana de Morillas y hermanas de Quiteria. Durante tres décadas, se fragua a fuego lento y se perpetúa una determinada imagen de estas mujeres, el caldo de cultivo perfecto para arremeter contra ellas en otros momentos de tensión. La voz pública, basada en la transmisión oral de determinadas historias, determina la concepción que se tiene de estas personas y las conduce a la sala de justicia, donde se genera un relato que bebe del proceso anterior, aunque con algunas variantes.
In 1526, Juana de Morillas was accused by her neighbours in Pareja (Guadalajara) of being an infanticidal. Other women were also reported to the authorities, like Juana la Ansarona, Quiteria de Morillas, and Violante de Machuca, among others, whose trials took place between 1527 and 1529. Almost thirty years later, further child deaths led to renewed accusations against the Morillas and the Machucas. This article examines the cases against Ana la Roa and María Parra (1555-1558), who were Juana de Morillas’ daughters and Quiteria's sisters. Over the course of three decades, a particular image of these women was slowly shaped and perpetuated, creating the perfect environment to target them in other periods of tension. The climate of opinion, based on the oral transmission of certain stories, shaped the community’s perception of these individuals and led them to face justice, where a narrative was constructed taking the previous trial as its source, though with some variations.