Irene Sánchez
La violencia contra la mujer es un método de control político patriarcal cuya finalidad es sojuzgar a quienes no se ciñen a las imposiciones de género y el femicidio es la manifestación más extrema de esta. Argentina es uno de los países latinoamericanos con mayor índice de femicidios y el teatro se ha conformado como un espacio efectivo de militancia de la consigna #Niunamenos. Este artículo analiza la obra teatral argentina Un tiro cada uno (2018), del Grupo Cabeza que narra la violación grupal y el femicidio de una adolescente. Gracias a una narrativa poético-biográfica y diversas técnicas escénicas, el texto es una representación performática de la violencia que busca dar cuerpo y voz a las víctimas. Las autoras emplean la escena como un espacio de significación y reivindicación del testimonio, demostrando la efectividad de este como medio para la lucha contra la violencia de género.
Violence against women is a method of patriarchal political control whose purpose is to subjugate those who do not conform to gender impositions, and femicide is the most extreme manifestation of this. Argentina is one of the Latin American countries with the highest femicide rate, and theater has become an effective space for advocating the #Niunamenos slogan. This article analyses the Argentine play Un tiro cada uno (2018) by Grupo Cabeza, which narrates the group rape and femicide of a teenage girl. Through a poetic-biographical narrative and diverse stage techniques, the text is a performative representation of violence that seeks to give body and voice to the victims. The authors utilize the stage as a space for significance and vindication of their testimony, demonstrating its effectiveness to combat gender-based violence.