El presente trabajo parte de un problema: pensar la filosofía de Ch. S. Peirce como una versión de positivismo científico. Para establecer la distinción entre el pragmaticismo de Peirce (1992; 2012) y la epistemología moderna, se revisarán las condiciones que conforman la crítica del sentido pragmaticista. El objetivo es mostrar algunas consecuencias problemáticas de la ciencia. Luego, se caracterizará una ley científica como “condicional contra-fáctico”, como forma de razonamiento discursivo que permite la construcción semiótica del mundo. Esta forma condicional es necesaria para la formulación leyes científicas destacando su función como posibilidad hipotética, la cual permite imaginar la realidad más allá de lo empírico. El planteamiento nos lleva a considerar, desde Apel (1997), una ley científica como un discurso válido dentro de una comunidad. Así, el razonamiento científico es un consenso intersubjetivo en proceso de evolución y establece la aproximación episódica hacia el conocimiento de los “hábitos del mundo real” (Peirce, 1992).
The present work is based on a problem: thinking of Ch. S. Peirce’s philosophy as a version of scientific positivism. To establish the distinction between the pragmaticism of Peirce (1992; 2012) and modern epistemology, the conditions that make up the critique of the pragmatic sense will be reviewed. The goal is to show some problematic consequences of science. Then, a scientific law will be characterized as “counterfactual conditional”, as a form of discursive reasoning that allows the semiotic construction of the world. This conditional form is necessary for the formulation of scientific laws, highlighting its function as a hypothetical possibility, which allows us to imagine reality beyond the empirical. The approach leads us to consider, from Apel (1997), a scientific law as a valid discourse within a community. Thus, scientific reasoning is an intersubjective consensus in the process of evolution and establishes the episodic approach towards knowledge of the “habits of the real world” (Peirce, 1992).