En el año 1961, ocurrió la primera censura del gobierno cubano contra una obra cinematográfica. La obra aludida es el breve corto documental titulado PM (Pasado Meridiano), realizado por los autores Orlando Jiménez Leal y Sabá Cabrera Infante. Tras este hecho crucial, Fidel Castro dio su famoso discurso titulado “Palabras a los intelectuales”. En las siguientes páginas analizaremos este discurso y las limitaciones gubernamentales que en él emergieron para la producción artística y cinematográfica en la Cuba postrevolucionaria. Veremos cómo después de la revolución y la estabilización del nuevo gobierno surgió con fuerza el problema gubernamental de “orientar el espíritu creador” de los artistas por parte de la vanguardia revolucionaria, lo cual implicó determinaciones específicas para la llamada “politización” del arte y el cine. Finalmente, propondremos una breve interpretación sobre la política inherente al filme PM y veremos cuales son los elementos en el filme que nos permiten pensar una política del cine ingobernable que resiste a las determinaciones de la politización vanguardista.