El presente estudio se basa en la interpretación de los mapas 1 (bien), 2 (prisa), 4 (mirlo), 5 (hoja), 6 (viejo), 11 (culebra) y 15 (silla) del Atlas Lingüístico de Castilla y León, para analizar, a través de ellos, el comportamiento de las vocales tónicas abiertas (procedentes de é y ó latinas) en las áreas delimitadas por el Atlas. Con este análisis se intenta observar cuáles son las zonas que con mayor vitalidad guardan en sus hablas los vestigios del llamado dialecto asturleonés y se reflexiona sobre la conveniencia de elaborar mapas lingüísticos en regiones que, aunque unidas por circunstancias políticas, poco tienen en común desde el punto de vista idiomático.