José Luis Barrio Moya
Nada hay mas ilustrativo de las inquietudes culturales de un personaje que los libros que forman su biblioteca. En la lista de los tomos acumulados se puede adivinar con toda certeza sus gustos literarios, formación profesional, materias preferidas incluso sus sentimientos religiosos. Todas aquellas características se advierten en la librería que Don Martín Marcelino de Vergara, escribano mayor del Ayuntamiento de Madrid durante el reinado de Felipe V, dejó a su muerte, acaecida en 1726, y que estaba formada por un total de 195 tomos, en los que se registraban las obras de destacados autores del mundo clásico greco-romano, como Juvenal y Pérsico, Cicerón, Aristóteles, Lucano y Ovidio hasta las Ordenanzas de Madrid de Teodoro Ardemans, publicadas en 1724, dos años antes de la muerte de su poseedor.