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Uno de los aspectos que más llaman la atención en el análisis de la Trilogía Cósmica y de las Crónicas de Narnia de C.S. Lewis es el importante papel que en ambas obras adquieren aspectos relacionados tanto con el lenguaje como con el uso de la palabra para unos fines concretos. Uno de los modos de reforzar la verosimilitud de la narración en la primera es la atribución de distintos idiomas a las distintas razas que habitan los planetas de Malacandra y Perelandra. Pero, además, el lenguaje constituye un elemento común a partir del cual Lewis deja traslucir sus reflexiones acerca de algunos temas de la más diversa índole: desde la fantasía de un filólogo, en el hallazgo de una herramienta que haga posible el descubrimiento de un código universal de comunicación, hasta aspectos que atañen también a la moral, como el empleo del lenguaje como instrumento de persuasión y la incomunicación que conlíeva la degradación del lenguaje cuando éste es utilizado por las fuerzas del mal. En cuanto a las Crónicas de Narnia, comprobamos la adecuación del lenguaje, de los recursos de estilo y de los elementos narrativos relacionados con la palabra a lo que cabria esperar de una obra narrativa próxima al cuento de hadas y la literatura "infantil".
