Al traducir textos delicados, el traductor se enfrenta al problema de que no toda la información comunicada por el texto original está codificada lingüísticamente. Por tanto, el traductor ha de (i) deducir el mensaje subyacente a partir del potencial pragmático del texto original y (ii) transmitir ese efecto pragmático al lector del texto traducido. Tomando como punto de partida una traducción de Yerma al inglés, este artículo analiza los procesos mentales seguidos por el traductor en su búsqueda de la equivalencia pragmática entre los textos de partida y llegada. Sostenemos que la clasificación del contexto (Hatim y Mason (1990)) en las dimensiones comunicativa, pragmática y semiótica resulta de gran interés para nuestros objetivos. Los efectos concretos de estas dimensiones en los estratos de unidad de habla, discurso y género pueden rastrearse a través de fenómenos como la equivalencia léxica, la adaptación cultural, el enriquecimiento deductivo y los cambios de las relaciones de coherencia. Una vez delimitadas las estrategias lingüísticas y pragmáticas que median en el proceso de traducción estaremos en mejores condiciones para determinar si el texto traducido responde a una mera adaptación cultural o a una manipulación innecesaria del original