Uno de los aspectos fundamentales que deben tenerse en cuenta a la hora de tomar en consideración el término gramática es el carácter polisémico del mismo. Ello nos obliga a especificar en primer lugar cómo vamos a interpretarlo y cuáles de sus acepciones resultan pertinentes para la enseñanza de lenguas extranjeras. Así, y de acuerdo con otros investigadores (Besse y Porquier. 1984, p. 11; Ortega, 1990. p. 9), señalaremos tres realidades diferentes a las que se suele aludir mediante esta palabra:
a) El funcionamiento interno de una lengua, o sea, la competencia de que dispone un hablante de dicha lengua.
b) Descripción y explicación metódica que los lingüistas (en rigor, los gramáticos) llevan a cabo de dicho funcionamiento.
c) Marco teórico que modela la descripción gramatical y determina el método seguido por los gramáticos.