María Francisca Paredes Méndez
Ramón Pérez de Ayala publica, en 1926, "Tigre Juan" y "El curandero de su honra", obra única en dos volúmenes. En conjunto la obra se presenta como una alegoría social que promociona un cierto modelo de hombre y mujer como base de una comunidad renovada. El deseo de transformación presente en la obra se hace eco de las voces de los intelectuales que en los años veinte se reunían en torno a la "Revista de Occidente" y la tertulia iniciada por su fundador, José Ortega y Gasset, de la que el propio Pérez de Ayala formaba parte. En el turbulento contexto social y político de los años veinte en España estos hombres intentan imponer orden en uno de los fenómenos que mayor inestabilidad social estaba ocasionando, el del cambio en los papeles de género. Así, en contraste con la progresiva "invasión" por parte de la mujer de la escena públíca, desarrollan teorías que aseguran la base científica de la naturaleza fundamentalmente doméstica de la mujer. En la comunidad presentada en "Tigre Juan" y "El curandero", Pérez de Ayala sigue estas pautas de género. El autor perfila una sociedad en la que el hombre surge como héroe absoluto, mientras la mujer queda relegada a una función accesoria en el desarrollo del varón. En contraste con la superación de la asfixiante tradición mítica de Tigre Juan, para las mujeres de la novela esta tradición, articulada en la forma de los cuentos de hadas, resulta ser la única posibilidad existencial.