El artículo traza el panorama de los autores y las obras de la literatura dramática de los últimos decenios del siglo XX y los primeros años del XXI, poniendo atención en destacar la abundancia de unos y otras y la presencia de quienes poseen una obra apreciable, aunque las circunstancias del teatro en nuestro país los alejen de un canon generalmente conocido y aceptado