En este artículo se defiende la necesidad de trabajar los registros lingüísticos, y especialmente el coloquial, en la enseñanza del español como lengua extranjera y como segunda lengua. En particular, se destacan las ventajas que ofrece el aprendizaje de lenguas a partir de transliteraciones o transcripciones de conversaciones orales reales. Las conversaciones reales presentan un abanico muy amplio de aspectos de la lengua hablada que no suelen recogerse en los materiales del E/LE y E/L2 creados ad hoc. El estudiante de la lengua extranjera, después de mucho tiempo dedicado al aprendizaje del español, puede verse fracasado en encuentros auténticos con hablantes nativos del español. Sabemos que conocer una lengua es poseer su competencia comunicativa. Cada vez más los manuales de enseñanza de idiomas se detienen en cuestiones de léxico coloquial, en la fraseología o en aquellas construcciones sintácticas más alejadas de los patrones canónicos que tradicionalmente consideramos sistemáticos. Sin embargo, siendo esto muy necesario y provechoso, no es suficiente. El dominio de la lengua implica una integración de las distintas subcompetencias comunicativas y no solo trabajarlas por separado. De ahí que se haga necesaria la enseñanza del idioma a partir de discursos reales, enfrentando a los estudiantes en el aula con la misma realidad lingüística que se encontrarán fuera de ella.