Abel Alonso Mateos
El teatro nace para ser representado. Por ello acompaña al texto teatral un «espesor de signos» parateatrales, una «polifonía» semántica que mediatiza y condiciona la percepción del hecho dramático. En este estudio se recurre a la bibliografía más autorizada para analizar de qué manera se ponían en escena las comedias de nuestro Siglo de Oro. Con un buen número de ilustraciones, se expone todo aquello que sabemos sobre espacios, apariencias, decorados, tramoya, efectos especiales, vestuario, iluminación, utilería y música del teatro áureo