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Koldo Artola
En esta ocasión traemos a estas páginas los resultados de unas encuestas realizadas entre los años 1984 y 1992 a un informante de Arrieta (valle de Arce) y a otro de Ilurdoez (valle de Esteribar), tomando como base las que, a fin de investigar sobre el dialecto roncalés, publicó Josí Eseornís Lasa, en 1982, en esta misma revista, y teniendo siempre presente la clasificación del príncipe Bonaparte. Las bablas de estos informantes -la del ilurdozearra tal vez en un mayor grado- estaban bastante empobrecidas tal como se puede apreciar a través de numerosas dudas, vacilaciones y carencias, consecuencia rodo ello de baber pasado mucbos, muchísimos años, sin babee practicado la lengua. No se podrían comparar por tanto estas hablas con la que habrían practicado sus padres, a caballo entre los siglos xix y xx, pero aun así y visea la situación actual del euskara en estos valles, nos parecen testimonios bien interesantes
