La poeta cubana Dulce María Loynaz proyecta en su obra poética, en verso y en prosa, una orientación religiosa que merece una aproximación crítica aparte de cualquier estudio general sobre su poesía. El texto orienta al lector hacia una revelación de la fe que sólo puede culminar aceptando el postulado que Loynaz sugiere. La religiosidad se manifiesta atada al concepto estructurante denominado cultura haciendo imposible ta separación de ambos. La voz suplicante de Loynaz unida al silencio que se desprende del texto son factores que entran en juego y colaboran para establecer el paralelo comparativo necesario entre los versos y el sentir religioso de la poeta. La religiosidad imbricada en sus versos llega a convertirse en el eje discursivo del poema.