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Francisco Bayeu, el gran pintor aragonés del siglo XVIII, casó en 1759 con doña Sebastiana Merclein, hija del pintor alemán establecido en Zaragoza, Juan Andrés Merclein. Fruto de esta unión nació, en 1774, su única hija, bautizada con el nombre de Feliciana, quien con el paso de los años contrajo matrimonio con Don Pedro Ibáñez. También de este enlace nació una hija, llamada Felipa, la cual en 1825 casó con Don José Lucas Mollinedo. Con ocasión de este enlace la nieta de Francisco Bayeu hizo relaciones de los bienes que aportaba como dote y que comprendían ropas de casa, objetos de plata y joyas, muebles, relojes, utensilios de cocina, pintu-ras, entre ellas dos de su abuelo, y una curiosa biblioteca en la que se registraban obras de autores tan representativos como Tomás de Iriarte, Félix María de Sama-niego, el padre Isla, San Agustín, Andrés Alciato, Juan de Palafox y Mendoza, Luis de Palma y Francisco de Quevedo, entre otros varios.
