En este artículo, se analizan las funciones asignadas a las distintas configuraciones escénicas en los cinco primeros dramas románticos españoles estrenados en Madrid y los efectos perceptivos suscitados en ellos. Sin olvidar las condiciones ofrecidas por los escenarios españoles en la época y, por tanto, su papel en relación con las obras, se intentan mostrar las confluencias significativas entre las organizaciones «arquitectónicas» (división del escenario, espacios latente,, accesos, telones) y las situaciones dramáticas.