Sabrina Riva
La novela histórica canónica presenta en el siglo XX y en América Latina una característica fundamental: ha perdido su calidad de modelo condicionante. De ahí que La revolución es un sueño eterno de Andrés Rivera transgreda el canon, a partir del uso del género autobiográfico como soporte de las reflexiones sobre la historia. Planteado como reescritura de la misma, el relato aloja en su interior una posible ¿genealogía del poder¿, que mediante la fragmentación discursiva y cronotópica, el pluralismo en el registro y la marcada subjetividad, hacen del texto una lectura innovadora del presente, desde el análisis del pasado.