Este artículo trata de rastrear y cuestionar, desde un artículo de Benjamin ("La tarea del traductor"), los límites del Original en el quehacer de la traducción. Para ello nos detendremos también en la condena ética (traduttore-traditore) que de forma incuestionable se ejerce sobre el traductor. Todo ello para descubrir que en el fondo todo se debe a una falla incuestionada en el Original.