La poesía gauchesca es el emergente que da cuenta de una nueva estructura del sentir. La revolución es una promesa de cambio: promete el fin de los lazos coloniales, la libertad; una nueva relación entre los diferentes actores sociales, la igualdad; la construcción de una nueva Patria, bajo la bandera de la fraternidad. Por eso, entre sus versos, lo que contiene y ampara es la posible nueva identidad cultural de la Patria naciente: la del gaucho, el ¿hijo del país¿, como suelen denominarlo en esa época las crónicas de los viajeros, o para decirlo de otro modo, el criollo. En este sentido, esa ¿lengua gauchesca¿ inventada por el género haría las veces de (una inexistente) ¿lengua criolla¿: derivaría, cual dialecto, de la lengua española; no es ¿extranjera¿, es propia.