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José María Satrústegui
La publicación de Fonética histórica vasca, de Mitxelena, y la laboriosa edición de El idioma vasco hablado, de Holmer, sometido a continuos retrasos, acaparan la atención principal de los interlocutores en el bienio 1962-1963. Sobre Mitxelena recaía, por otra parte, el cargo de secretario de la Academia de la Lengua Vasca y sus intervenciones fueron determinantes en la solución de los conflictos internos de la Institución. Fue uno de los periodos más activos del lingüista renteriano. Nombrado director técnico del Seminario Julio de Urquijo, auspició la creación del Anuario de Filología Vasca, sin desvincularse del compromiso ya contraído con Egan y el Boletín de la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País. Compaginaba todo ello con la docencia habitual
