El cine social intenta tratar los asuntos sociales y políticos presentando al espectador una versión de la realidad que se reconoce como "auténtico" o "verdadero". Por consecuencia, cuando se considera el cine social se suele pasar por alto la técnica por ser una versión del 'realismo' sencillo. Este ensayo, por ende, examina cómo el cine social emplea una técnica alternativa, y hasta vanguardista, para enseñarles a los espectadores sobre el trauma social. En concreto, estas páginas consideran los momentos en que hay contacto directo entre el ojo del actor y el del espectador, o más precisamente, cuando la víctima reconoce al voyeur, en dos películas hispanas de consciencia social, como son Los olvidados (Luis Buñuel, 1950) y El bola (Achero Mañas, 2000). En contraste con el sistema de toma-toma inversa, en que la perspectiva del actor se establece cortando y pasando del ojo del actor al objeto que ve, este contacto ocular entre el espectador y la víctima constituye un momento contradictorio y se considera como un tabú en el estilo 'clásico' del cine, porque subvierte la ilusión 'realista'. Sin embargo, formando parte del intento de subvertir el placer voyeur e incrementar el nivel de consciencia social, esta (anti)técnica tiene una relevancia importante en el cine social porque rompe la frontera entre el espectador y la víctima. Este análisis examina, primero, la manera en que "Los olvidados" da prioridad a la visión para conectar (o condenar) a los espectadores, uniendo la técnica vanguardista con el cine de consciencia social. La segunda parte del ensayo demuestra cómo esta técnica funciona de una manera similar dentro del contexto de "El bola", ilustrando la manera en que esta llamada intrusión cinematográfica puede entenderse como parte de una tendencia más amplia de hibridación funcional en el cine social hispano.
Social issue cinema, or "cine social" in the Hispanic context, seeks to address current social and political issues by presenting the spectatorship with an account of reality that will be recognizable as "authentic" or "truthful". Subsequently, when dealing with social issue cinema, cinematic technique is often taken for granted as a facile "realism". This essay, however, examines how social issue cinema employs alternative, even avant-garde techniques to inform spectators of social trauma. Specifically, the following pages explore those moments when direct eye contact is made between actor and spectator, or more precisely, when victim meets voyeur, in two socially-conscious Hispanic films: Los olvidados (Luis Buñuel, 1950) and El Bola (Achero Mañas, 2000). Unlike the standard shot/reverse shot technique in which an eye-line match is used to establish perspective within the closed world of the film, this direct eye contact between viewer and victim constitutes a contradictory moment in film spectatorship and is considered by some to be a taboo in 'classic' film style because of the way in which it subverts the 'realist' illusion. However, as part of a concerted effort to deny scopophilic viewing practices and heighten social consciousness, this (anti)technique has a particular place within social issue cinema because it breaks down the boundary between spectator and victim. The present study examines, first, how vision is foregrounded in "Los olvidados" in order to connect with (or condemn) viewers, through a fusion of avant-garde technique and socially-conscious filmmaking. The second part of the essay shows how this technique functions in a slightly different way in the context of "El Bola", so as to illustrate how this so-called cinematic intrusion can be seen as part of a current trend toward functional hybridization in Spain's social issue cinema.