En 1958, surge en Colombia, de las cenizas de �Los Nuevos�, el Nadaísmo como una tendencia postvanguardista. De entrada, el movimiento al igual que las vanguardias históricas, se ha caracterizado por su afán de ruptura con los anteriores movimientos tanto a nivel artístico como social. Así es como sus miembros se declararon social y artísticamente anticonvencionalistas, radicales extremistas y extravagantes.