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Asociada a una corriente basura reducida muy pronto a un eslogan publicitario, Lorette Nobécourt se distingue de algunos contemporáneos cualificados de cínicos por una escritura que parece encarnar la crítica situacionista. La desolladura que sufren sus personajes es, en efecto, el trabajo de deshumanización de lo humano, de mercantilización del cuerpo y de los placeres que emprende la sociedad del espectáculo descrita por Guy Debord. En respuesta, Nobécourt reivindica el cuerpo, en sus aspectos más orgánicos, lejos de las obligaciones morales y hasta una forma de violencia liberadora contra sí mismo y contra los demás, como amparo contra la alienación que acecha
Often associated with a «trash» wave, a movement that is generally reduced to a publicity slogan, Lorette Nobécourt distances herself from the herd of «cynical» contemporary writers through a writing style that embodies situationist criticism. The quartering suffered by her characters is the corollary of the annihilation of their humanity, the merchandization of their bodies and pleasures, undertaken by the society of spectacle. Nobécourt’s answer asserts the body in its most organic component, far from moral obligations, and at times bordering on a form of liberation through violent means (violence turned onto oneself or intended for others).
