La importancia que, en las tramas de los cantares de gesta castellanos, tiene la mujer como auténtica heroína de los mismos, ha venido siendo puesta de relieve desde los años 70 por el profesor Alan Deyermod y una serie de brillantísimos investigadores, de los que los trabajos de la profesora Mª Eugenia Lacarra o los de la profesora Mercedes Vaquero son eminentes ejemplos. En este artículo, nosotros pretendemos aportar a esa línea de investigación una parcela que consideramos algo preterida en ella: el estudio del silencio y la discreción, como rasgos constitutivos de las heroínas auténticamente dotadas de poder funcional en los cantares castellanos. Consideramos tales rasgos imprescindibles para nuestra inteligencia de la épica castellana como un producto artístico, tan peculiar y especial dentro del género en que se inscribe, que, hasta cierto punto, hace estallar, con la fuerza vital y auténtica de que lo carga, a sus moldes y esquemas tradicionales