Leo Cabranes-Grant
La cultura caribeña ha contenido siempre un material semiótico de extremada densidad donde múltiples discursos étnicos, estéticos, y políticos se relacionan continuamente. Derek Walcott y Luis Rafael Sánchez ejemplifican una de las maneras en que el teatro ha intentado enfrentar y matizar esta complejidad. Walcott, en The Last Carnival (1983), y Sánchez, en Quíntuples (1984) proponen una poética de hiper-teatralización en la que lo performativo se vuelca sobre sí mismo, produciendo una crisis de la mímesis dramática. El resultado de esta estrategia es un tipo de teatro que cuestiona y desmantela las premisas del 'gestus' brechtiano, naturalizando al máximo los efectos de mediación con que el teatro épico aspiraba a crear una reacción crítica.