Se ofrece un análisis de las posiciones tomadas por los intelectuales mexicanos en cuanto a los modelos culturales a seguir por el país entre 1945 y 1968. El artículo se centra en la relación entre las dos principales corrientes representadas en el debate sobre la cultura mexicana: la nacionalista y la cosmopolita. Los principales temas tratados son: 1) la relación entre la controversia sobre la identidad mexicana y los cambios que se dieron al nivel de la infraestructura intelectual ; 2) la promoción de la visión universalista de la cultura por parte de intelectuales como Fernando Benítez, Emmanuel Carballo, Carlos Fuentes, y Jaime García Terrés; 3) los vínculos de los intelectuales internacionalistas con el Estado.