El presente artículo se ocupa de la cuestión de por qué los niños españoles no demuestran el 'Efecto de Retraso del Principio B' (ERPB), conocido de investigaciones entre niños holandeses e ingleses de cuatro a siete años. Estos en general admiten una interpretación reflexiva en casos equivalentes a, por ejemplo, 'La niña la señala', es decir que no excluyen la posibilidad de que se interprete ese tipo de oración como si fuera 'La niña se señala a sí misma'. La ausencia de esta opción en el lenguaje de adultos se explica mediante el llamado Principio B de la teoría de ligamiento. Se arguye que el ERPB no implica la violación de ningún principio sintáctico, como el Principio B, sino que se debe a la dificultad que tienen los niños con la aplicación de un principio pragmático que restringe el uso de la correferencia local. La ausencia de este fenómeno en las lenguas romances se debe al hecho de que los pronombres átonos en dichas lenguas son clíticos sintácticos, y que estos elementos no pueden entablar relaciones de correferencia local.