El artículo se propone un acercamiento a la poética de la novelística de Roberto Bolaño. Su idea de la literatura es puesta en consonancia con la practicada por el español E. Vila-Matas y el mexicano S. Pitol. El último en el papel de maestro de los otros dos. A partir del análisis de 2666, la obra más compleja del narrador chileno, se perfilan algunos rasgos de su narrativa: intersección de la vida y la literatura, interés simbólico por el viaje, complejidad de la trama ramificada en subtramas, propósito desrealizador de la apariencia objetiva del mundo por contaminación con la ficción.