Rachid Lamarti
La poesía amorosa de Vicente Aleixandre es singular. Aunque, indudablemente, nada inventa. Cabría preguntarse a la sazón y a este respecto si alguna vez hubo un hombre que inventara. La de inventor es una categoría que excede la potencia humana. Hay en Aleixandre antecedentes, unos epidérmicos, protuberantes; otros, más freáticos.