Marie Andrée Revilla Fleury
El objetivo de esta comunicación es proponer una reflexión sobre el aprendizaje de lenguas extranjeras en edad adulta. En la era del consenso acerca de las ventajas del enfoque comunicativo, refrendadas por el marco común europeo de referencia, nos sigue sorprendiendo la variedad de vivencias y la diversidad de efectos que ocasiona el proceso de adquisición de una nueva lengua. ¿Por qué en algunos casos sigue percibiéndose como una penosa carga de dudosos resultados y, en otros, como el encuentro gozoso con nuevas formas de conocimiento? Hemos ido directamente a plantear este interrogante a los miembros del segundo grupo, aquéllos que viven el esfuerzo de sumergirse en una lengua y una cultura extrañas como algo, no sólo llevadero, sino además atrayente. Hemos seleccionado, a este fin, 25 individuos cuya única característica común es la de hablar tres lenguas además de la materna y, a través de un cuestionario formal, trataremos de apercibir cuáles son los factores -ambientales, de personalidad, de aprendizaje- que favorecen la adquisición de una lengua extranjera.