Este trabajo analiza algunos relatos de viajes extraordinarios de los siglos XVII y XVIII cuyo objetivo era reconstruir la primitiva lengua adámica que se hablaba en toda la tierra antes de la maldición bíblica de Babel. Dicha lengua, en virtud de su relación especular con el mundo, era el vehículo más idóneo del conocimiento porque sus significados coincidían con el referente en un isomorfismo absoluto y lo representaban de manera perfecta. En el siglo XVIII se abandonará progresivamente la utopía de la lengua adámica, al tiempo que se afirmará la riqueza de la multiplicidad de lenguas. A finales de este siglo, tras la consolidación del método comparativo, el viejo sueño de la imago mundi desaparecerá definitivamente dejando paso a la construcción de lenguas con finalidad práctica, las lenguas a posteriori, que no partirán ya de la naturaleza de las cosas (como pretendían las lenguas utópicas del XVII), sino de la realidad lingüística que conforman las lenguas históricas.
This article analyses some seventeenth-and eighteenth-century tales of extraordinary voyages, which aimed to reconstruct the primitive language of Adam that was spoken all over the world before the biblical curse of Babel. This language, as a mirror image of the world, was the ideal vehicle of knowledge because its signifiers coincided with the referent in absolute isomorphism and represented it perfectly. In the eighteenth, the utopia of a language of Adam was gradually abandoned, being replaced by an awareness of the wealth of variation among the languages. At the end of this century, after the consolidation of comparative methodology, the ancient utopian dream of the imago mundi disappeared completely, giving way to the construction of languages whose purpose was practical: the a posteriori languages, which now did not take their shape from the nature of things (the aim of utopian languages), but from the linguistic reality of the historical languages.