"Princesas", de Fernando León de Aranoa, podría considerarse como una película prototípica del llamado realismo tímido que ha marcado la producción española de los primeros años del nuevo milenio. El punto de partida es la reflexión sobre un mundo marginal -la prostitución- que en vez de ser contemplado frontalmente es construído a partir de los mecanismos clásicos del guión. "Princesas" no funciona como una obra abierta a un mundo, sino como una película que acaba fijado en un subgénero: las películas de prostitucion. La mayoría de los grandes temas que apunta la película, la dificultad que el amor de la prostituta sea reconocido o la enfermedad ya se encuentran en una obra canóniga sobre el tema como es "La dama de las camelias" de Alexandre Dumas o su versión operística "La Traviata".