Al eliminar un tercio de la Fuentevejuna de Lope para adecuarla a su público, Lorca genera un "tiempo de iniciativa" mediante la fusión del espacio de la experiencia de sus espectadores y su horizonte de expectativas. Al reconocer en la sociedad retratada por Lope aspectos limitantes de su realidad presente que aún no han sido superados, los espectadores convierten sus experiencias en un proceso dinámico que les permite imaginar un futuro en que tales limitaciones no existen. La fusión de ambos horizontes se logra mediante una intensificación de la acción colectiva que se muestra como una legítima herramienta de poder para modificar la historia. Con esta actualización de Fuenteovejuna, Lorca no solo revitaliza la obra de Lope, sino que promueve una nueva concepción del poder cuyo ejercicio debe ser compartido por el pueblo y la autoridad. Estos cambios se enmarcan dentro del espítitu innovador del teatro modernista de comienzos de siglo.