Magdalena Coll More
"Hasta loguiño", saluda uno de los personajes de Saúl Ibargoyen Islas (1975) introduciéndonos, de esta manera, a un mundo "misturado", híbrido, fronterizo, en el cual no se usa el portugués "Até Loguinho", pero tampoco el español "Hasta lueguito". Se trata de un mundo de diversidad cultural y de contacto lingüístico donde dos lenguas, con historias muy próximas, conviven desde hace más de doscientos años. Esta convivencia ha originado una tercera variedad lingüística, un sistema intemedio, que caracteriza la situación sociolingüística de la frontera uruguayo-brasileña y que Ibargoyen elige para desarrollar su narrativa. Como demuestra su cuento "La tijera de sal", Ibargoyen capta la variabilidad y la simplificación que caracterizan a este dialecto fronterizo, representándolo fonológica y pragmáticamente sin caer en estereotipos. Así, al dar autenticidad a su narrativa, muestra respeto por la pluralidad lingüística de una zona de lenguas en contacto como lo es la frontera entre Brasil y Uruguay.