Mercedes Tasende
Muchas de las obras de Gómez de la Serna permanecen sumidas en el olvido; su nombre sólo suele surgir en relación con las greguerías o como ejemplo del quehacer literario supuestamente intrascendente de los vanguardistas. No obstante, se relacionan con la filosofía existencialista las "novelas de la nebulosa" ¡Rebeca! (1936) y El hombre perdido (1947). Por una parte, la novelística de Ramón manifiesta una creciente preocupación por los problemas que atormentan al hombre moderno, visible en el cambio de actitud ocurrido entre la publicación de una y otra novela. Por otra, se advierten vínculos entre ambas obras y entre ellas y las nuevas corrientes filosóficas europeas, siendo visible la influencia decisiva del planteamiento existencial de Miguel de Unamuno.