Anthony J. Cárdenas-Rotunno
El tema de la metamorfosis, bien conocido ya en la antigüedad clásica griega y romana, siguió siendo cultivado durante la Edad Media tanto en leyendas y cuentos populares como en la hagiografía. Tampoco desapareció luego en épocas más empíricas, como atestiguan casos como la Metamorfosis de Kafka, o en los recientes éxitos de J.K. Rowland. El presente artículo postula que el mismo Cervantes no fue una excepción. Se examinan dos textos cervantinos, el "Casamiento engañoso" y el "Coloquio de los perros", respecto al cual la crítica ha opinado que la "tropelía" constituía el tema central, añadiendo que la principal "tropelía" en la que reposa todo el cuento es la conversión de los recien nacidos de la Montiela en perros, si bien no se trata de un cambio verdadero sino que resulta de un truco o engaño, parecido a prestidigitación. Este artículo propone que la tropelía del cuento tiene que ver con la aparente conversión de niños en perros, pero Cervantes -como buen brujo literario- subvierte su propio texto con la misma materialidad del lenguaje, creando así una obra calidoscópica cuyo artificio deleita al lector tanto como las sustancias alucinógenas deleitan a la bruja Cañizares. La aparente inmediatez del coloquio, según lo que se propone aquí, es sólo una parte de la "tropelía" de la brujería retórica del autor, una brujería que llega a la bestialidad, ya sea perruna o asnal, ubicada en la materialidad de la palabra.