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La promoción de las habilidades lectoras y escritoras de los jóvenes necesita de un nuevo modelo de profesionalidad docente que ponga el énfasis en las competencias curriculares y en los objetivos comunicativos de las enseñanzas lingüísticas. En concreto, el manejo de un nuevo concepto de currículo, flexible, sometido a procesos de indagación continuada, la familiaridad con las explicaciones que sobre la naturaleza y las condiciones de los aprendizajes aporta la psicología cognitiva, y el conocimiento de las preocupaciones que últimamente manifiestan las ciencias del lenguaje, forman parte del equipaje profesional más elemental del profesor y la profesora de lengua. En este artículo se esbozan algunas de las competencias (sobre el currículo, sobre el proceso lector, sobre las condiciones de los aprendizajes, sobre la mediación, sobre la evaluación.) necesarias para la compleja tarea de construir la comprensión lectora.
