Michèle Arrué
El relato de Francisco Núñez Pineda y Bascuñán en Cautiverio feliz nos brinda una perspectiva que contrasta con la que suele prevalecer en los relatos de soldados y viajeros cautivos en América en el periodo colonial. El autor cae preso en 1629 y comparte durante siete meses la vida de los autóctonos mapuches al sur del río frontera Bío Bío, en la Araucanía � territorio que los españoles nunca podrán conquistar. Ahí es donde, en contacto con seres considerados como inferiores, nace en boca de un « cautivo feliz » una crítica del proyecto político de la administración colonial que promueve una guerra injusta, inútil e imposible de ganar, así como el esbozo de un discurso criollo en el que los que desempeñan el papel de bárbaros no son los nativos. Un discurso cuyo valor radica en reconocer y respetar la existencia del grupo mapuche que, tanto durante el siglo de la independencia como en el Chile actual, no dejará de ser cuestionada.
Francisco Núñez Pineda y Bascuñán¿s narrative, Cautiverio feliz, offers a different perspective from what early travellers to colonial America and captive soldiers¿ narratives usually convey. Francisco Núñez Pineda y Bascuñán was imprisoned in 1629 and spent seven months with native Mapuche Indians in Araucania, a territory located in the south of the Bio Bio river which Spaniards never managed to conquer. There, the close relationship the captive author developped with natives ¿ who, at the time, were not considered as full human beings ¿ enabled him to write a critique of the colonial administration¿s political plan to wage a war against Mapuche Indians : a war he considered unjust, useless and impossible to win. His writing is an emerging Criollo discourse which subtly points out who the real barbarians are. It interestingly acknowledges the existence of Mapuche Indians who, as a group, have consistently been denied throughout history. They still are in contemporarory Chile.