Son varios los objetivos que me propongo alcanzar con el presente artículo: romper una lanza por el cuento frente a otros géneros literarios considerados mayores, predominantemente la novela; desbrozar la enmarañada nomenclatura que envuelve al género (apólogo, fábula. leyenda, parábola, etc.), en busca de una definición o descripción más acorde con la evolución y actualidad del cuento; auscultar, sin galénico afán, la anatomía del género cuento, los diferentes órganos que lo componen e individualizan; establecer una posible tipología del género, según las estructuras o formas que éste puede adoptar (desde los cuentos con estructura de novelas a los microrrelatos); examinar las convergencias y divergencias entre cuento y otros géneros literarios; comparar el cuento con las artes visuales como la pintura, el cine y la fotografía.