El presente artículo estudia la novela de Sergio Ramírez Marcado, Sombras nada más (2002) como una novela que nos enfrenta con maestría y arte a las intrincadas manipulaciones de la verdad y el poder. Verdad y poder como simulacros, como sombras de lo que deberían ser, como representaciones vacías de verdadera esencia. El artículo demuestra los efectos que los discursos tienen sobre las verdades, y los efectos de poder que estas producen, la calidad de simulacro del poder, su vacío, su falta de referencialidad, su calidad de "sombra", sin cuerpo, sin sustancia, sin base sólida. Sombras nada más refleja la crisis de la posmodernidad latinoamericana de la segunda mitad del siglo XX.